lunes, 18 de mayo de 2009

Una profesión para contar

Cuando dije en casa que quería ser periodista no era por la profesión en sí, sino porque me imaginaba quijotescamente atravesando valles y colinas en busca de aventuras y experiencias que contar. Sólo debía aprender cómo contarlas estudiando una carrera.

Con el tiempo he aprendido que nadie te enseña cómo contar bien una historia si no eres capaz de iamginarte escuchando la misma historia que estás contando. Si quien escribe se emociona, de alguna manera puede emocionarse el que escucha. Con esa premisa escribo, y con esa idea cuento historias cada día en televisión.

El trabajo en TV te enseña cómo contar una historia para no aburrir a una audiencia, pero a veces echo de menos una mirada más personal, porque la ventana por la que me asomo cada tarde no deja de ser la de un operador de cámara... Menos mal que las letras y las palabras siguen siendo mías. Y por ello he decidido abrir este blog.

Es una revindicación al poder de la palabra en detrimento de lo que enseñamos en Tv o en otros soportres de comunicación. Y es un homenaje a todas aquellas personas que nos permiten entrar en sus casas cada tarde, o a aquellas otras que nos abren sus vidas, su corazón, sus historias, sus habilidades para que se lo contemos al resto de la gente.

Aqui van entonces mis vivencias como periodista, una profesión que empecé a amar antes de tener uso de razón.

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