lunes, 14 de septiembre de 2009

Principemanía

No cantan, no actúan en teatros los fines de semana mientras el resto descansamos, no han salido de ninún reality, ni son ex-novios de famosos conoccidos... Nos son ídolos de adolescentes pero conquistan el corazón de grandes y pequeños bajo algo que yo comparo con la fé de la iglesia.

"Qué tiene nuestro príncipe que hace que esté usted esperando tres horas bajo este sol de justicia?" le pregunto a una mujer que podría ser madre. "No sé, es que el principe es muy majo, muy bueno, es todo un ejemplo", me dice emocionada. No quiero romper el momento de embrujamiento que tiene esta fan monárquica, por lo que no le pregunto el porqué de su admiración, o porqué cree que el príncipe es merecedor de tan bellos calificativos. Tendría una razón para preguntarselo a una "grupi" porque lo tendría fácil, y hubiera seguido: "qué es lo que significa su obra para tí?" Y la fan me hubiera respondido alguna frase bonita sobre su última obra. Pero.. ¿qué puede responder un fan monárquico? Nadie me lo dijo, asi que sigo todavía pensando en qué puede significar su obra para la gente.

La pasada semana los príncipes comenzaron su ruta española en tierras manchegas, y me tocó cubrirlo. Me hacía gracia por el evento en sí, pero no sabía con qué fondo imprimir el reportaje. Una ruta publicitaria de los monarcas para mejorar su imagen. ¿Cómo no dejar esto patente en el reportaje? Pero a medida que me imbuía en el fervor con que Campo de Criptana preparaba su visita, me fue imposible analizar el acto de manera periodística y me dejé contagiar de la alegría que se respiraba en el ambiente.

Abuelas con sus hijas que recordaban al principe rubito y pequeño, madres que hubieran deseado un hijo como él "con carrera y todo, si es que ya me hubiera gustado a mí", me dijo una... Otra me decía que a ver si podía arreglar todos los problemas que había en España.. "pero con lo suyo ya tiene bastante", me decía sentenciando otra posible pregunta por mi parte. Yo me quedé pensando: si ni el príncipe puede arreglar los problemas que hay (no sólo porque no tenga potestad para ello, sino por que si no lo arreglan los políticos, como para que lo haga él) y ... "con lo suyo"?? ¿Qué es lo suyo?... Y pienso: si, claro, cada uno tiene lo suyo en casa.. O en palacios, como es su caso.

Lo mejor que extraí de toda la visita fue que por un momento miles de personas depositaron en la sonrisa de los principes su esperanza en tiempos de crisis, su ilusión por mejorar.. Y seguro que todas las mujeres que estaban allí y que habían soñado con su príncipe azul que no llegó, se imagino siendo por un momento siendo Letizia.

Yo pensé en cómo debía ser Letizia antes de ser princesa, una periodista como yo, correteando por las calles y micro en mano. Una periodista a la que teniendo acreditación probablemente se le impedía desarrollar su trabajo con limitciones, una periodista que no tuviera que recibir palabras bordes de la seguridad real, una periodista que no tuviera que recibir empujones inmerecidos. Me lo imaginé durante largo tiempo desde una terraza desde la que grababa. Y pensé que podría ser divertido ser princesa, pero no más divetido que esta profesión que me regala momentos de princesa de cuento, aunque no tenga sangre azul.

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